Ahora podría pensarse que la cerrajería en un hotel es algo del pasado, gracias a las nuevas aperturas con un tarjeta similar a las de crédito, pero ocurre todo lo contrario, ya que los conocidos como "errores informáticos" se ceban con el sistema, y hacen que precisamente ahora un cerrajero sea mucho más imprescindible. Además que no todas las puertas de las instalaciones de un hotel, se abren con tarjeta. Cocina, lavandería, restaurante, zonas de servicios e instalaciones, siguen y seguirán por muchos años, con las típicas llaves. Y en muchas de estas zonas para algunos empleados, interesa que haya una única llave maestra que abra todas o casi todas las puertas, como por ejemplo para el personal de limpieza o el de mantenimiento.
Bueno, pues a pesar de todas estas preocupaciones por el amaestramiento de llaves o de cerraduras, siempre habrá que seguir llamando a unos cerrajeros, porque cuando más se necesita acceder a una determinada estancia, es cuando no encontramos la llave o por los motivos que sean, la cerradura se niega a abrirse. En establecimientos de hostelería, existe la costumbre de establecer con el cerrajero, una "iguala" por sus servicios, pagándole una cantidad fija al mes, independientemente del número de veces que se requieran sus servicios. Obviamente, es un contrato de prestación de servicios de cerrajería, que anualmente se valora para fijar nuevos precios, pues se trata que ni el cerrajero ni el hotel pierdan durante su ejecución.
Lo que no hemos de olvidar, es que cuando necesitamos a un cerrajero, lo necesitamos normalmente con carácter de urgencia y esa urgencia hay que pagarla aunque nos duela, porque eso de tener algo previsto para la eventualidad de perder las llaves, es algo que no todo el mundo hace.
Lo mejor, es tener siempre una copia de las llaves en un lugar al que podamos acceder fácilmente caso de perder las que habituales.
Y eso, es más fácil decirlo que hacerlo.
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