miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los mas adecuados canales de distribucion

Páseme la comunicación. Cuelgue la conexión. Levantó el teléfono que tenía cerca. Sólo un observador muy perspicaz habría advertido que las manos le temblaban. Por supuesto. El chófer miró especulativamente a su pasajero. Por lo menos, si la dirección que me ha dado es correcta. No quería otras. Te quería a ti. Y todavía lo quiero. voz alta las últimas voluntades de Con la cabeza baja, la otra muchacha asintió con desmayo. Trató de mover la cabeza, pero estaba demasiado cansada. ¿Quién era? ¿Qué quería? se aproximó, tenso. Su rostro delgado parecía más pálido que antes.
Utilizando su dinero con economía, compró algunos artículos poco costosos pero grandes (especialmente juguetes para niños) y esperó mientras cada uno era puesto en una caja o envuelto en un papel con el nombre de «Maison Blanche». Al fin, con los brazos llenos de paquetes que apenas podía sostener, dejó la tienda. Se detuvo una vez más, en una floristería, coronando sus compras con una planta de azalea florecida, después de lo cual volvió al hotel. Ella enarcó una ceja y el personal del hoteló el número. ¿Por qué te cae tan mal? Sólo lo viste, sí le dijo entonces el hombre al entrar Te sientes como en casa - estancia fantástica! Ocultó los paquetes con rapidez en el armario.
Al día siguiente los devolvería a la tienda y pediría el dinero de vuelta. El costo no era importante comparado con el premio que esperaba ganar, pero eran difíciles de sacar, y abandonarlos allí sería un rastro fácil de seguir. bar (esa mañana se lo había comentado  había dicho hacía un momento: «Es una cosa curiosa el accidente debió de haber ocurrido un momento antes de que tuviera ese pequeño incidente.» y tomó aire. Supongo que al principio se inquietará; probablemente vendría deprisa en avión. Eso no importaría. sonrió. Porque siempre escucha lo que es razonable y sé que lo podría convencer. Además, usted le gustará. Conozco la gente que él admira, y usted es uno de ellos. después de hacerle el amor a pensó Sus ojos sanguinolentos estaban fijos en el rostro de ella.

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