viernes, 28 de septiembre de 2012

Un hotel precioso con encanto y tranquilo

este año me gustaría quedarme en España y gastar mi dinero en mi país, pero por unos movitos u otros, creo que si me voy de vacaciones, me voy fuera. EDICIONES EL PAÍS, Si te gustó esta entrada, quizás te gusten: Al Hotel Arbez se puede acceder desde la puerta situada en La Cure, una pequeña comuna suiza del cantón de Vaud, o desde Les Rousses, un pueblo del departamento francés de Jura. La historia del hotel transfronterizo se remonta al siglo XIX.
En los gobiernos helvético y francés acuerdan una modificación de la frontera en el Valle de las Dappes; el tratado, llamado igual que el valle, se f el de diciembre de , y queda pendiente de ratificación. El texto del tratado establece que ningún edificio existente en el momento de la ratificación se verá afectado por la modificación de la frontera, por lo que un avispado hombre de negocios, Monsieur Ponthus, levanta un edificio en un terreno de su propiedad que se encontraba a ambos lados de la nueva frontera, con la intención de realizar negocios transfronterizos. Lo que viene siendo contrabando. El edificio se alza sobre el solar en un tiempo record (y no sin ciertos problemas con la administración); cuando en febrero de el tratado es ratificado por el gobierno suizo el edificio de tres plantas ya está construido y no se ve afectado por la entrada en vigor de la demarcación fronteriza.
Ponthus abrió un bar en el lado francés y una tienda en el suizo. La tienda existió hasta que en Jules-Jean Arbeze compra el edificio y lo transforma en el hotel Franco-Suisse, que sigue funcionando nueve décadas después. Splendid Madre mía, ¿pero quién a aconsejado a esta gente? Un hotel precioso: con encanto, tranquilo y en el corazón del casco histórico.

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